lunes, 1 de febrero de 2016

Goleada sin alardes

El Deportivo Palencia penaliza los errores de un timorato La Virgen del Camino y decide el partido con la calidad de sus futbolistas

¿Servirá de bálsamo contra la irritación de la plantilla por no cobrar? ¿O como fijador, no de pelo sino de jugadores que quieren peinar su cabello en otros equipos? Se verá, pero al menos la goleada de este domingo a la Virgen del Camino le permitió una alegría al Deportivo, que buena falta le hace. Una goleada que llegó sin alardes ni alharacas, más producto de los errores del contrario y de la calidad individual de los de Santi Sedano que del buen juego, que de eso anda remolón el Deportivo.


Anda tan justo de jugadores el Deportivo (18 ahora mismo en la plantilla, tras la marcha de David Álvarez) que alguno pensaría este domingo incluso en pedir a Lamont Barnes que echara una mano como delantero tanque, viendo el tamaño de algunos de los rivales de La Virgen. Pero el pívot norteamericano del Quesos Cerrato, cómodamente sentado en el palco junto a sus compañeros de equipo (el Deportivo Palencia dispensó un pequeño homenaje al comienzo del partido a los flamantes campeones de la Copa Princesa), no andaría seguro por la labor, con lo bien que se pisa en el parqué del Marta Domínguez y no en el maltrecho césped de La Balastera, que anda bajo mínimos, como todo en el club morado. Correr no correrían mucho Lamont ni Urko, pero cualquiera les quitaba un balón de cabeza o se atrevía a entrarles duro.

Locuras al margen, con 16 convocados justos, el Deportivo tenía que sacarse las castañas del fuego por sí solito ante un rival que en los primeros veinte minutos llevó relajado el partido, muy tibios los de Sedano en sus acercamientos. Debe pesarles mucho en el ánimo no cobrar las nóminas (quizá en vez de a Lamont, debería pedirle el Deportivo una ayudita al presidente del Quesos Cerrato, Gonzalo Ibáñez, o al vicepresidente, Fernando Martínez Zulaica, por aquello de los patrocinadores fiables, las facturas al día y el cobro religioso). Sin juego ni proyecto de él, el Deportivo apenas inquietaba a un equipo leonés bien plantado en el campo, agresivo en la presión y sobrio atrás.
Diego Torres, en una acción ante La
Virgen del Camino
/ MERCHE DE LA FUENTE
Un disparo de Moré duro pero a las manos del portero era hasta el momento todo el bagaje ofensivo del Deportivo. La Virgen no era un portento de caudal atacante, también es verdad, así que el resultado era un sopor del bueno. No hilvanaban los de Sedano ni una jugada trenzada, pero tampoco les hizo falta, porque un robo de balón cerca del área de Pelayo a Pereira lo aprovechó el capitán del Deportivo para ceder a su derecha a Rodri, que entraba como una flecha, y el disparo de este último supuso el 1-0 en el minuto 31. Con muy poco, el equipo de Sedano lograba lo más difícil, abrir el marcador, obligando así a La Virgen a cambiar su filosofía netamente defensiva. Dani Alonso, siete minutos más tarde, dio el primer aviso visitante, en un centro desde la izquierda que se envenenó y que se paseó por el larguero de Carmona. Y Chuchi Jorques dio la réplica poco después, en un lanzamiento de falta desde la frontal que no se convirtió en el segundo tanto por muy poco. Así acabó el primer tiempo, con menos emoción en el campo que en los rostros de la decena de policías del dispositivo de seguridad de la final de Copa Princesa, hieráticos ellos para que no se ‘despendolase’ ninguna de las 3.000 personas que abarrotaron el Pabellón.
Anda el Deportivo sin ‘chispa’, tieso como las arcas de club, y Dani Alonso volvió a crear peligro desde la línea de fondo en el inicio del segundo tiempo, en esta ocasión con un lanzamiento de córner muy cerrado que puso en apuros a Carmona, igual que Pereira en la jugada posterior, cuando no metió la cabeza por milímetros casi en la línea de gol y con el meta del Deportivo a por uvas. La Virgen alumbraba peligro por intercesión más humana que divina, con una jugada en ataque en la que el balón pasó de largo en el área morada sin que tres de los jugadores leoneses llegaran a golpear el balón. El Espíritu Santo le hace falta más al Deportivo, sin duda, pero si algo tienen los equipos grandes, y el Deportivo lo es por nombres en el campo, es capacidad individual para resolver cuando el juego colectivo no carbura. Junten a Chuchi y a Diego Torres en una acción precisa, y el resultado es gol. El centrocampista centró por la izquierda a la cabeza del delantero, y el remate de Diego Torres supuso el 2-0 en el minuto 56. Partido resuelto para el Deportivo, certificado el triunfo cuatro minutos más tarde con el tercero, obra de Pelayo, que aprovechó un pase en el área de Diego Torres y la invitación del portero Dani con su salida a medias para batirle escorado. Y la goleada la completó en el minuto 78 Abel, que remató de cabeza a la red un córner botado por Moré. Resultado abultado para el juego local, aunque La Virgen fue una perita en dulce, un equipo que se hundió a partir del segundo gol, sin juego pero también sin nombres que decidan partidos.
La plantilla del Quesos Cerrato tiene recepción hoy con el alcalde, que les felicitará por el triunfo en la Copa. El Deportivo ansía también subir la escalinata del consistorio, aunque sea para pedir ayudas. Para celebrar un ascenso precisa todavía muletas.

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