lunes, 16 de noviembre de 2015

Espesos como la niebla

El Deportivo empata ante La Bañeza en un partido en el que mostró poco fútbol y cobró ventaja a falta de diez minutos, pero se dejó empatar con el descuento ya cumplido
 
Fue un resultado justo, aunque escociese por la forma en que se produjo, con el gol del empate de La Bañeza con el tiempo de añadido ya cumplido y después de conceder un córner y no acertar a despejar el balón aunque fuese con kalashnikov, arma maldita en manos de malditos. El Deportivo no había hecho grandes méritos para tener ventaja en el marcador, pero Diego Torres es un zahorí que encuentra goles hasta en el subsuelo. El gran delantero deportivista sacó el máximo provecho este domingo a la única ocasión clara de su equipo y marcó de cabeza el 1-0, pero el equipo de Sedano, cuando tenía que defender a muerte ese resultado, concedió un saque de esquina en el minuto 95 y Varo resolvió el barullo en el área de Carmona con un tanto que deja al Deportivo cuarto en la tabla, con 24 puntos, los mismos que tiene La Bañeza y a dos del Villaralbo, a tres de la Gimnástica Segoviana y a seis del líder, el Zamora.


La Bañeza venía a La Balastera a puntuar, eso parecía desde el primer minuto de juego, con una presión fuerte de los de Carnicero y Jorge inventando cada vez que cogía el balón. En el Deportivo se dejaba ver algo Xavi Moré, menos Diego Torres, en todo caso muy poco. Era un encuentro equilibrado, como equilibrio entre ambos equipos había en la clasificación al comenzar el duelo. En juego estaba seguir en los puestos de ‘play off’. La Bañeza incomodaba en el campo, su poderío físico era evidente, su fuerza en el choque le hacía ganar balones, sus disparos lejanos creaban zozobra. En el minuto 20, el Deportivo apenas se había acercado al área de Pablo con peligro, maniatados sus hombres de ataque. Era un encuentro muy táctico, en el que, a los puntos, ganaban los de Carnicero, si bien el Deportivo tenía jugadores especialistas en el ‘KO’.
 
Transcurrida la primera media hora de juego, todo seguía igual. Mucho centrocampismo, pero poca imaginación. Y La Bañeza, amedrentando con sus disparos desde fuera del área, como el de Ramón en el minuto 34, que se fue alto y desviado pero llevaba aviesas intenciones. Volvió a tener la ocasión Ramón en el minuto 40, esta vez en un balón que se le quedó a los pies en el área pequeña pero que no acertó a rematar. El Deportivo andaba como un cinéfilo de Pajares y Esteso en una proyección iraní de la Seminci, dormido, babeando en la butaca. Y así se fue al descanso, perdido entre la niebla, espeso entre la espesura, después de una primera parte mala de solemnidad.
 
No comenzó mucho mejor para sus intereses la segunda mitad, con La Bañeza repitiendo ese esquema de presión intensa y ayudas y con Jorge encontrándose un balón en el área que no llegó a controlar. A los fetichistas de ‘Los bingueros’ les parecería estar viendo ahora ‘El acorazado Potemkin’, mudos como la película. Urgía un cambio arriba, y Chuchi, con amarillay bastante enojado por el desarrollo del partido, dejaba su puesto a Rabadán.
 


Diego Torres, en una acción ante La Bañeza.
  / ANTONIO QUINTERO
Los bercianos, sin grandes alharacas, tenían el partido controlado, se les notaba cómodos. Además, entre Jorge y Ramón se bastaban para tener muy alerta a la zaga del Deportivo. Víctor Benito entraba también en el campo un inédito David Álvarez, poco antes de que Carmona se viese obligado a intervenir en un flojo disparo de Guille que además tocó y ralentizó un defensor deportivista.
 
Sin ocasiones, sin alma, el partido entró en su cuarto de hora final. El amago de partido, con un rival absolutamente de secano y el otro nadando poco y guardando mucho la ropa. Hasta que apareció el deseado, el de siempre, el delantero centro que todo equipo quiere tener en sus filas. Diego Torres, quién si no. Abrió el punta el balón hacia la derecha para la subida de Xavi Moré, que corrió con el balón y se sacó un centro medido para un Diego Torres ya en el área que el delantero del Deportivo cruzó de cabeza ante Pablo. Era el minuto 80, y los de Santi Sedano sacaban petróleo de su única llegada en la segunda parte. Si se enteran en Arabi Saudí, bloquean las exportaciones de crudo o algún jeque le extiende un cheque en blanco para que se ponga turbante.
 
El equipo de Santi Sedano había logrado marcar cuando nadie lo veía claro, viendo cómo transcurría el partido. Había que conservar el 1-0, el mejor resultado en esa espesura de encuentro, mimetizado con la niebla. Pero no. La Bañeza se volcó en busca del empate y forzó con el descuento cumplido un córner que fue fatídico. Un despeje erróneo en el área pequeña, otro de Carmona fallido, y Varo, casi en la línea de gol, acertó a meter el balón en la meta del portero del Deportivo Palencia. Lo celebraban los de Carnicero como si fuera el ‘Maracanazo’, los de Santi Sedano se quedaban como estatuas.
 
No dio tiempo a más y tuvo que conformarse el Deportivo Palencia con un punto que le supo amargo pero justo dado el poco juego que propuso ante La Bañeza. Si quiere Sedano mejorar precisamente ese aspecto, dar continuidad a su fútbol y no hacerlo a chispazos, el de ayer no es el camino. Tiene calidad para ofrecer más cine que Jenny Llada en ‘Agítese antes de usarla’.
 

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