Victoria sufrida, pero tres puntos al fin y al cabo, para un CDPalencia que rompió su racha de ocho jornadas sin vencer en un duelo ante el Villaralbo donde le acuciaron los nervios hasta el providencial tanto de Iván Cabezudo en el tiempo de descuento.
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El Dépor llegaba al partido después de ocho jornadas consecutivas sin lograr el triunfo, aunque en su primer ataque ya generó peligro sobre el área zamorana (Iván no llegó al remate por muy poco). Pero también pudo encajar un gol en una clarísima oportunidad de Ayrton. El delantero del Villaralbo le ganaba la partida por velocidad y potencia a Héctor y, ante la salida de Carmona, mandaba una vaselina que, si bien superaba al portero, lo hacía desviado y la pelota se marchaba por la línea de fondo.Manejaba la pelota el CD Palencia, aunque la sensación de peligro era mayor más por la inseguridad de la zaga visitante, que no acertaba a despejar con contundencia. La lluvia arreciaba y eso hacía que cualquier resbalón añadiera incertidumbre en las acciones dentro de las zonas delicadas. En una de ellas, a los 12 minutos, el colegiado señalaba un penalti muy dudoso sobre Morant. Torres marcaba engañando al portero. Se abría un nuevo partido, más favorable a los intereses morados, que podían aprovechar en un césped muy rápido la capacidad de desborde de Xavi Moré. Aunque apenas dos minutos más tarde el colegiado le escatimaba un penalti a Villa (castigado además con tarjeta por simular). Pudo en el ecuador del primer acto aumentar su renta el Dépor, pero Morant no llegó en el segundo palo al preciso envío raso de Moré. Y también por la derecha llegaba la última ocasión de la primera parte, con una incorporación del lateral Adri y el remate fuera de Morant llegando en velocidad.
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En la segunda mitad llegaron los nervios en el equipo morado. Porque cuando parecía que los de Tomé tenían controlado el partido (pese al disparo de Ayrton que atrapó Carmona en dos tiempos), el árbitro (en una actuación plagada de errores por ambos bandos) señalaba mano de Héctor en el área (antes del cuarto de hora) y el consiguiente penalti. Lo transformaba magistralmente Villa. Pasaron los minutos y se sucedieron las imprecisiones, fruto del nerviosismo. El Deportivo achuchó con más corazón que cabeza, creando algunas opciones claras, antes de que ambos equipos se quedaran con diez (Jony primero y Durántez después veían la segunda amarilla). Un cabezazo de Durántez (paradón de Ángel) y un saque de esquina en el que se molestaban Héctor y Torres, con todo a su favor, precedían al tanto de Cabezudo, que envió a las redes un buen servicio desde la derecha en el tiempo de descuento. Tres puntos de oro que sitúan al Dépor en la cuarta plaza, ya dependiendo de sí mismo y optando también a la tercera posición.
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