- Dicen que no es lo mismo tener hambre que ganas de comer, y ayer el popular dicho se puso de manifiesto en La Balastera en un partido en el que el Deportivo demostró que se toma el ascenso como una necesidad, que no lo busca por gula, sino por la sencilla razón de que, tal vez, esa sea la única fórmula para seguir en pie.
- El equipo de Sedano saltó al campo tenedor en ristre, dispuesto a darse el atracón de su vida ante el Zaragoza B, y aunque los maños siempre han tenido fama de ser buenos comedores, al filial zaragozano no le suenan las tripas tanto como al Deportivo, y el primer partido de la final por el ascenso fue lo más parecido a un episodio del programa ‘Crónicas carnívoras’, en el que la modelo más famélica trataba de comer lo mismo que un ‘hooligan’ inglés, de esos que empezaron rompiendo básculas y ahora se dedican a destrozar mobiliario urbano en Francia.
- El Deportivo arrancó el partido con las ideas claras: iba a esperar al Zaragoza B hasta que llegase a tres cuartos de cancha, y ahí los destructores de juego tenían que ser capaces de robar y surtir de balones a los hombres más adelantados, y con esas premisas llegó la primera ocasión palentina. Solo habían transcurrido 4 minutos de juego y Pelayo probó suerte con un tiro lejano, pero su disparo se encontró con el meta, Álvaro Ratón, que se estiró para atajar el balón.Las cosas empezaron bien, pero a punto estuvieron de torcerse en el minuto 19, cuando Abel, que luego se retiró lesionado, despejó bajo los palos un disparo a puerta de Barrera. La ocasión maña encendió las alertas, y dejó entrever que el filial zaragozano no venía a Palencia a hacer turismo. Los palentinos sabían lo que había que hacer: no era momento de coger la sombrilla y clavarla en el área a la espera de balones. Los jugadores de arriba necesitaban movilidad para abrir la lata, y ese trabajo solidario dio sus frutos en el minuto 24, cuando una jugada por la derecha acabó con un centro que Rodri mandó al fondo de la red. Por fin parecía que una eliminatoria del ‘play off’ podía empezar con buen sabor para los palentinos, que en las dos rondas anteriores perdieron en el choque de ida, pero aún faltaba encuentro por jugar y la calidad del centro del campo del Zaragoza B no dejaba espacio para la relajación.
- Los minutos fueron pasando y el Deportivo fue capaz de apagar el partido para que el descanso llegase sin sobresaltos. El Deportivo parecía haber saciado su hambre con el mordisco que le dio Rodrí al marcador en la primera y al Zaragoza B le tocaba apretar. El partido se ponía muy bien para el Deportivo, que buscaba agazapado los huecos que dejaba el filial maño para asestar el segundo bocado al electrónico de La Balastera, algo que estuvo a punto de conseguir en el minuto 61, cuando Rodri remató fuera, por poco, una jugada de combinación en el área.Los jugadores del Deportivo se vaciaron literalmente sobre el campo para frenar a su joven rival, que apenas fue capaz de mostrar sus dientes durante todo el choque. Aunque, con el tiempo cumplido, los palentinos estuvieron a punto de catar los dientes de leche de los zaragozanos en un barullo en el área que a más de uno le puso el corazón en la boca.El Deportivo lleva toda la temporada preparando la receta de la Segunda B y el sábado espera degustar esta ‘delicatessen’ en un restaurante con varias estrellas Michelín, como es La Romareda. La afición ya entona el ‘Bon appetit’, pero aún faltan 90 minutos para saber si habrá atracón, o más hambre.
- Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/deportes/futbol/201606/20/hambre-vencio-ganas-comer-20160620001431.html
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lunes, 20 de junio de 2016
El hambre venció a las ganas de comer
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