domingo, 26 de junio de 2016

CD PALENCIA ES DE SEGUNDA B


El C.D Palencia es equipo de Segunda División B. Las paradas de un Carmona salvador, un gol de volea del killer del equipo, Diego Torres y el ánimo de los 200 aficionados palentinos fueron las claves para conseguir el ascenso en un escenario mágico y que será recordado durante años. 

Sí, los morados consiguieron derrotar al filial maño en el campo de La Romareda, un campo de Primera División. El trabajo defensivo morado y el gol de Torres decantaron el ascenso a favor de los morados, mientras que los zaragozistas jugaban con gran poderío pero les faltó esa efectividad tan necesaria en los partidos de Play-Off. Esa efectividad que hubiese puesto en serios aprietos al C.D Palencia.

La mañana comenzaba pronto con los aficionados palentinos partiendo a la capital aragonesa bien en autobús o en coches para acompañar al equipo en esta cita tan especial e histórica. Viaje largo, de unas 4 horas, pero que mereció la pena. Ya en Zaragoza, los fieles de la Balastera se acercaron a la Basílica del Pilar para encomendarse a la virgen y pedir ayuda para el partido de la tarde.

La hora del encuentro se acercaba, los aficionados morados se agolpaban a las afueras del estadio para crear ambiente y para ir calentando, paso previo a lo que vino después. Cabe destacar la actitud del Real Zaragoza hacia la afición visitante, metiéndoles en algo parecido a cuchitril, sucio y con poca visibilidad, como si de cerdos en vez de personas que querían ver fútbol se tratase. Aun así, Infierno Morado y compañía se hicieron oír silenciando a los 10.000 espectadores zaragozistas que se dieron cita ayer en estadio de La Romareda.


Los aficionados morados en una esquina del campo // J. Antonio Montalbán
Con todo esto, dio comienzo a un partido que se encresparía por momentos. El cuadro de los de Santi Sedano salió a por todas buscando un gol que diese la tranquilidad. Los morados se apoyaban por las bandas sobre todo por la de Xavi Moré que realizaba auténticas pillerías dejando en atrás a su rival. Los morados crearon peligro aunque el filial dominó la primera parte, poniendo en aprietos la portería defendida por Carmona, que fue héroe de la primera parte evitando que el rival se adelantase con paradas superlativas. El Deportivo achicaba agua como podía aunque creaba peligro por las bandas. Una de ellas fue un centro de Moré que se envenenó y acabó siendo un disparo que impactó en la parte alta del larguero. En los últimos compases de la primera parte, los morados sufrieron de lo lindo, aguantando el chaparrón como podía.


Xavi Moré controlando el esférico // J. Antonio Montalbán
Tras el descanso y la charla de Santi Sedano los morados tenían una cosa clara: marcar un gol. Eso supondría que los maños tendrían que marcar al menos 3 goles para conseguir el ascenso. Por ello, el cuadro morado salió a por ese gol y lo encontró en el minuto 54. Tras un corner que sacó la defensa, Diego Torres empalmó un voleón y mandó el esférico al fondo de las mallas. El delantero dedicaba su gol a sus difuntos padres y agradecía a la afición el ánimo. Con el gol morado y la celebración palentina sirvió para enmudecer a los casi 10.000 espectadores que estaban en La Romareda. 


Diego Torres celebrando el gol que vale un ascenso  // J. Antonio Montalbán
Tras el gol, la táctica visitante era clara, hacer cambios defensivos con la entrada de Durantez y de Levas para poner un cerrojo atrás y dejar a Torres y a Moré hacer de las suyas para dormir el encuentro. 
En cambio los maños tras el gol se dejaron llevar por la desesperación y los nervios. Los palentinos supieron qué hacer y durmieron el partido. Los minutos restantes se hacían interminables para los morados que querían festejar el ascenso y muy escasos para los locales que con los nervios no tenían tiempo suficiente para conseguir el pase. Y el colegiado valenciano pitó el final y se certificó el ascenso a Segunda División B.


El equipo celebrando el ascenso con la afición // J.Antonio Montalbán
La fiesta del ascenso siguió en el césped de La Romareda donde los jugadores mantearon al presidente, dieron gracias al míster por tanto y posaron con la afición. Después la fiesta se prolongó en el vestuario donde se hicieron las cosas tradicionales en mitad de una celebración:, Sedano se quedó sin barba y se convirtió en un jovencito, el utillero se quedó calvo y Chuchi cedió a raparse por Adrian. A continuación, ya en Palencia, se celebró el ascenso en Plaza España con los aficionados morados que no se pudieron desplazar. Y así acabó un día largo, intenso pero emocionante.


Celebrando el ascenso en las duchas del vestuario // J.Antonio Montalbán
Con el ascenso se culminó una temporada mágica y para el recuerdo. Con las remontadas de Loja y Logroño, con problemas económicos que preocuparon a los jugadores y con otros temas que no son de importancia porque el CLUB DEPORTIVO PALENCIA ES EQUIPO DE SEGUNDA DIVISIÓN B.

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