El Dépor desperdició un 2-0

2 DEPORTIVO PALENCIA

Carmona
Adrián
Charly
Serrano
Héctor
Pelayo
Conde
Iván Cabezudo (A)
César Simón
(61’ Durántez)
Diego Torres
Roberto Levas (A)
(79’ Moré)

2 ALMAZÁN

Diego
Márquez
Gonchi
Nazuel (A)
Morales
Isaac
(90’ Jorge Andrés)
Nacho
Roberto
Fran
Rubén
Lobera (A)
(67’ Adrián)

arbitro

Rivero Guerra, burgalés. Auxiliado en las bandas por Blanco López y Pascual Valbuena.


goles
1-0, minuto 22: Pase interior de Pelayo a Diego Torres, que define ante Diego. Los sorianos protestaron entendiendo que existía posición antirreglamentaria del delantero vallisoletano. 2-0, minuto 45: Otro pase interior, en este caso de Roberto Levas, que convierte César Simón, que se encontraba en posición reglamentaria. 2-1, minuto 59: Nacho sorprende a Carmona con un disparo desde fuera del área. 2-2, minuto 77: Jugada muy parecida a la anterior, con los mismos protagonistas, desviando ligeramente la defensa.


público
Unos seiscientos espectadores en las gradas, en una tarde desapacible. Debutó la nueva Peña Infierno Morado.

Tres empates consecutivos a dos y una victoria como visitante ante el Danisa Cristo Atlético. Ese es el triste balance de este mes de noviembre del Deportivo, que sigue sin ganar en La Balastera como local desde el 1-0 a La Bañeza el 5 de octubre pasado. Los morados viven su peor momento de la temporada, inmersos en muchas dudas y mal juego. Ayer desperdiciaron un 2-0 en la primera parte y estuvieron más cerca de perder que de ganar ante un Almazán valiente y ofensivo, que se fue del feudo morado con un punto y jugando muy bien al fútbol, no sólo discutiéndole la pelota al Deportivo, sino ganándole en posesión e intensidad.

Con independencia de la frescura, alegría y vértigo que le daba Moré (que ayer reaparecía tras mes y medio de ausencia) este Deportivo no tiene nada que ver con el de principio de temporada. Falta chispa, electricidad, convicción, ya no tiene esa presión agobiante que provocaba recuperación del balón en campo rival. Sigue teniendo pegada, porque cuenta con una plantilla plagada de grandes jugadores, que son capaces de resolver en una genialidad, en una jugada de calidad, pero ya no funciona como bloque. Se vive pendiente de la acción individual de algún jugador.

Juanjo, técnico morado, ni formó con el 4-1-4-1 habitual ni con el 4-2-3-1 de Tordesillas. Apostó por un 4-4-2, con el cuarteto defensivo de las últimas jornadas (Adrián, Charly, Héctor y Serrano), Róbert y Conde en los carriles, con Cabezudo y Pelayo en el pivote, quedando en punta Torres y el chaval César Simón.

Con el cambio de dibujo se perdió en verticalidad, pero se ganó en posesión y el equipo jugaba menos partido. Sin las llegadas continuas de principio de temporada, el control era suyo, esperando la jugada. Y llegó por doble partida en dos balones interiores a los puntas aprovechando la defensa adelantada de los sorianos. En el primero definió Torres, en una acción en la que los visitantes reclamaron fuera de juego. En el segundo el protagonismo fue para Simón, que estaba en posición legal.

Con 2-0 en el descanso, nadie podía esperar el desenlace final. El Almazán tiró unos metros más adelante su defensa, presionó la salida del balón local, robaba una y otra vez el esférico y lo manejaba con criterio.Nacho, y no sólo por los goles, fue una pesadilla para los morados, a los que se veía descompuestos. Es sorprendente que un equipo plagado de jugadores con experiencia, curtidos en mil batallas, no puedan saber manejar un partido con una ventaja tan clara. A comienzo de la liga, el Deportivo machacaba cuando se ponía por delante en el marcador. Ahora, parece que ya tiene los deberes hechos, se acomoda y luego llegan los sustos y la ansiedad.

Se veía venir el tanto del Almazán y Juanjo quiso reforzar la medular, que era soriana, dando entrada a Durántez. Pareció durante unos minutos que se paraba la sangría visitante, pero poco después llegaba el empate en una jugada que parecía repetición de la anterior.
Con el empate visitante se sumaron más dudas, más desconcierto, mucha más precipitación. Ni siquiera la entrada de Moré, lógicamente falto de ritmo, pudo arreglar la situación. Afloraban las prisas, querer llegar cuanto antes al campo rival, sumando pérdida tras pérdida de balón. Entre otras cosas, porque tampoco el físico acompañaba. Y el Almazán a lo suyo, siguiendo buscando el marco rival. De hecho, los minutos finales se jugaron principalmente en el terreno de juego morado.

Tercer empate consecutivo a dos. Un equipo que aspira, como el Deportivo, a meterse en el play-off y plantilla tiene sobrada para ello, no puede dejar escapar tres partidos marcando dos goles y menos desperdiciando ventajas.
La imagen del técnico morado en la rueda de prensa posterior era un poema. «Así no generamos ilusión, sino que defraudamos a la gente», manifestó. No le falta razón. Toca analizar los múltiples errores, corregirlos y recobrar la senda perdida.

JUANJO: "QUEREMOS ILUSIONAR A LA GENTE Y ASÍ DEFRAUDAMOS"

A Juanjo, técnico morado, se le vio más tocado que nunca. Preguntado sobre qué pudo pasar en la segunda parte, respondió que «eso quisiera saber yo. No me lo explico. Tras el 2-0 salimos relajados y no es la primera vez que nos pasa. Y no será por no haberlo advertido en el descanso. Nos faltó intensidad en los dos goles encajados y al final, otra oportunidad perdida. En la primera parte estuvimos bien, tuvimos el balón, llegamos bastantes veces, pero en la segunda parte desaparecimos y no me lo explico. Tendremos que hablar y tomar medidas. Un empate no nos vale de nada, sólo ganar»

El técnico morado no cree que el problema sea físico. «Me preocupa la falta de intensidad, la relajación. Si sabemos sufrir y competir, la película será otra. Tenemos que hablar y ver qué está pasando. Habrá que poner más intensidad en los entrenamientos. Nuestro objetivo es ilusionar a la gente y así la estamos defraudando»

http://www.diariopalentino.es/noticia/Z15232D82-DACB-E3FE-7DAC728178E2C467/20141201/depor/desperdicio/20