domingo, 8 de septiembre de 2013

En el último suspiro

2 CD PALENCIA BALOMPIÉ
Carmona
Ramón (A)
(Nacho, 57’)
Éric
Serrano (A)
Melero
Marcos Belerda
Pelayo (A)
Óscar Nieto
Iván
Juanma
(Cano, 65´)
Obeso

1 BOSCO ARÉVALO
Nica (A)
Sergio
Diego (AA 53’)
Raúl (A)
Gabi
Jorge
Rubén
Pelu
Cuadrado
Diego
(Sergio, 75’)
Seidán



arbitro
Gonzálvez Alcalde, vallisoletano. Expulsó al preparador físico del CDPalencia Hugo Arroyo.


goles
1-0, minuto 23: Centro de Juanma desde la izquierda que remata de cabeza en el área pequeña Sergio Obeso. 1-1, minuto 27: Saque de banda del Bosco que sorprende a la adelantada defensa morada, presentándose solo ante Carmona el rápido Seidán, marcando de vaselina. 2-1, minuto 93: Saque de esquina que remata de cabeza Marcos Belerda. No llegó ni a sacarse de centro.


público
Campo de El Otero. Unos 150 espectadores. El equipo visitante viajó con trece jugadores, al estar varios de ellos en una boda. Los morados se presentaron con quince, dado que la plantilla todavía no está cerrada a la espera de más incorporaciones.



Partidos como el de ayer tuvo el Deportivo Palencia Balompié muchos durante al pasada temporada (aunque con otro desenlace) y a buen seguro que se repetirá durante la actual.

Es el precio que tiene que pagar por ser uno de los más firmes candidatos al ascenso a Tercera y jugar en un campo que no se adapta a sus características, pero al que no tiene otro remetido que amoldarse. El Bosco Arévalo, que vino con lo justo, pronto puso de manifiesto sus intenciones. Desde el pitido inicial junto líneas, cerró vías de penetración y buscó la contra o alguna acción a balón parado para marcar. De esta manera pretendía obligar a los morados a tener que recurrir al balón largo, al pelotazo, que no es su juego, siempre con ventaja para la bien armada zaga abulense.

El Deportivo Palencia no entró en ese juego. Tiene jugadores que saben rasear la pelota, pese a que el campo no invite a ello, y no tiene tanques arriba que puedan pelear balones imposibles. Jugar con paciencia, tocar, abrir el balón a las bandas y buscar la velocidad de sus puntas. Ese es el patrón de juego que quiere Francis Olea. Lo logró en los primeros compases, sumando a todo ello llegadas que no acababan de concretarse hasta que Sergio Obeso abrió la lata. Se había logrado lo más complicado, pero la alegría duró poco. En un saque de banda mal defendido, el Deportivo encajó un tanto infantil. El rapidísimo Seidán ganó la espalda a los defensores locales y batió a Carmona con una buena definición. Fue su primer y único lanzamiento entre los tres palos en todo el encuentro. Suficiente para que llegasen las dudas a los locales. Vuelta a empezar. El tanto lo acusó el equipo palentino hasta llegar al final de la primera parte.


En la segunda, a medida que pasaban los minutos, el toque dio paso a la precipitación, a la ansiedad. Se quería llegar demasiado rápido, lo que provocaba errores e imprecisiones. Se llegaba, dominaba claramente, pero no se concretaba en acciones claras de gol.

Olea dio entrada a Cano, pasando Serrano al interior zurdo, para en los minutos finales colocar al central en punta. Por aquel entonces, el cuadro abulense ya se encontraba con diez jugadores y renunciaba todavía más al ataque. Su lucha era contra el crono.

En los minutos finales el Deportivo Palencia recuperó su esencia, cuando todo invitaba a colgar a la desesperada balones aéreos. Empezó a utilizar ambos costados, a buscar el lanzamiento desde larga distancia. La condición física empezó también a dejarse notar, pero el gol no llegaba. Nica, ya en tiempo de descuento, enviaba de forma providencial a córner un lanzamiento lejano y envenenado  de Marcos Belerda. En el posterior saque de esquina llegaba el definitivo 2-1, rematando el propio Marcos de cabeza. No dio tiempo ni a sacar de centro. En plena celebración del gol llegaba el pitido final. La suerte está vez sonrió. El pasado año era distinto.

Fuente: D. Palentino

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