El Plásticos Magonsa Villamuriel no sólo acabó con la imbatibilidad del Deportivo Palencia en casa, sino con muchas de sus opciones de ascender de forma directa a Tercera. Los cerrateños plantearon un encuentro tremendamente serio, sabiendo en todo momento a lo que jugaban, creyendo en ello y sabiendo explotar los puntos débiles de su rival.
Hugo Arroyo, que debutaba en el banquillo, formó con un 4-3-3, el mismo sistema empleado en los últimos partidos, mientras que el Villamuriel metió más gente en la medular, con un 4-2-3-1 y un equipo muy trabajador y con sentido colectivo. Revuelta leyó muy bien el partido. Ganó la parcela ancha y cerró las bandas, obligando a los locales jugar con balones largos, siempre con ventaja para los centrales, que estuvieron a una gran altura. Sin los sancionados Rubén Pérez, con sus prolongaciones, e Iván, con su juego asociativo y entre líneas, los morados fueron más voluntad que cabeza y más cuando al cuarto de hora se adelantaban los visitantes. El gol reafirmó en el partido al Plásticos Magonsa, ante un Deportivo que cada vez más caía en la ansiedad y precipitación. El aparatoso choque entre Rubio y Obeso, con los dos en la Clínica Recoletas, recibiendo puntos de sutura, perjudicó más a los locales. Fran estuvo espléndido atrás, mientras que los capitalinos perdían su única referencia clara arriba, teniendo que improvisar con Óscar y hasta Melero entrando en segunda línea.
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| Eva Garrido |
En la segunda parte, el Villamuriel cedió el balón a los locales, esperando atrás y concediendo pocas ocasiones. Sólo Juanma, en el 75’, en una clara acción que fue fuera, generó cierto peligro. Villamuriel sabía que el tiempo jugaba a su favor. No le importaba dejar el dominio a su rival. Seguía mejor colocado, llevándose rebotes y segundas jugadas y esperaba su oportunidad para sentenciar.
Ocasión que llegaba en los instantes finales en una gran acción de Mateo (cuánto han ganado los cerrateños con su vuelta tras su grave lesión), culminada por Domingo. El Deportivo era un querer y no poder. Más posesión, mucha voluntad, pero pocas ideas ofensivas y escasas llegadas.
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